Familias completas con costales de ropa y trastos viajan desde el altiplano Guatemalteco hacia las Fincas de la costa sur, pues es la época en que son contratados para trabajar en el corte de la caña y el café.
Sólo esperan que sus milpas estén listas para cosechar su maíz y luego bajan cada domingo al mercado, pues saben que allí encontrarán a quienes reclutan personal para las fincas.
Lo dejan todo, incluso sólo cortan su maíz y lo recomiendan en alguna vivienda, para tener que comer cuando regresen entre febrero y marzo.
Por lo regular se van las familias completas, y en otros casos se quedan las mujeres cuando tienen niños muy pequeños. Ni siquiera esperan a que salgan de la escuela, sino se los llevan para no quedarse sin plaza.
No todos van al mismo lugar, los hombres se van al corte de la caña y las mujeres se quedan con los niños en las fincas de café.
Por su parte, en una publicación realizada por la Asociación Nacional del Café (Anacafé) explica que el corte en la costa sur empieza en octubre. Para esta tarea contratan a mujeres, pues ellas conocen el estado óptimo del grano y se necesita un corte fino.
Las familias bajan del altiplano a finales de septiembre, porque ya tienen la experiencia y en muchos casos ya saben a qué fincas van.
En las Finca Palmarenses no es la excepción, en este tiempo se pueden ver camionetas o camiones que trasladan a a todas las personas hacia las diferentes fincas, dichas familias en su mayoría retornan al altiplano regularmente a finales de diciembre por las fiestas de fin de año y algunos que continúan hasta finalizar la cosecha.
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