En la vuelta denominada la caña brava en el antiguo Palmar cuentan los pobladores que siempre salia
la siguanaba, muchas parejas de novios de la época, salían a encontrarse en dicho lugar a altas horas de la noche con la intensión de no ser sorprendidos por sus padres que en muchos casos no aceptaban el noviazgo. uno de los casos muy contados son el de Pedro que quedo en encontrarse con su novia marta a las 23:30 hrs. en la caña brava, llego la hora pactada y la novia no llegaba, entonces pedro al ver que no venia su novia se dispuso regresar a su casa, en eso estaba cuando a lo lejos vio a su novia que venia por el camino, el le hablo sin embargo ella no respondía.El cuerpo de la joven era igual al de su novia sin embargo no le veía el rostro pues un cabello largo lo ocultaba, rápidamente pensó que ella no era su novia si no la siguanaba, intento correr rápidamente pero sus pies parecían mas pesados de lo normal y por mas que corría no lograba avanzar mucho trayecto, lo único que se le ocurrió fue rezar y pedir por que lo malo se alejara de el y fue así como empezó a avanzar un poco mas. un grito ensordecedor hizo erisar su piel, cayendo desmayado a la orilla del camino.
Al día siguiente pobladores lo encontraron y poco a poco fue recobrando el sentido, al contar su historia la gente le hizo ver la suerte que tubo de no haber contemplado el rostro de la siguanaba que de haber sido así le hubiera ganado su alma.
Historia e ilustración:
Alvaro Rojas Melendez.
0 comentarios:
Publicar un comentario