Esta leyenda me la contaron hace muchos años, y hoy se las comparto. Mi nombre es Álvaro Rojas, y esta es la historia de Don Daniel y el joven Mateo.
Don Daniel era un anciano que vivía en una área rural,
conocido en la región como un brujo local. Las personas acudían a él en busca
de respuestas y remedios, pues también era un naturista que recomendaba plantas
medicinales. Su fama se extendía más allá de la aldea, y su nombre era
mencionado por todos aquellos que buscaban alivio espiritual o respuestas.
Mateo, un joven local, visitó a Don Daniel una vez. Al ver
las cartas caer sobre la mesa, su curiosidad creció, deseando aprender más
sobre las artes oscuras. Unos días después, se encontraron en un camino angosto
de terracería. Mateo le expresó su deseo de aprender. Don Daniel, con voz
suave, le explicó que algunos nacen con el don y otros deben ganárselo.
Pasaron los meses y Mateo asistía regularmente al pequeño
cuarto de consultas de Don Daniel, un lugar lleno de figuras ancestrales,
calaveras y otros objetos místicos. Finalmente, llegó el día en que Don Daniel
decidió que Mateo tendría la oportunidad de dedicarse a este oficio.
"Para obtener tu mesa," dijo Don Daniel,
refiriéndose al don de la adivinación, "deberás acompañarme al cementerio
y permanecer allí hasta la medianoche. Si logras soportar lo que allí veas, el
espíritu de la adivinación será tuyo."
Aquella noche de luna llena, se dirigieron al cementerio
local. Los sonidos típicos de la noche resonaban, provocando escalofríos en
Mateo. Don Daniel quebró una tumba y sacó un hueso del ataúd. Lo raspó y mezcló
el polvo con un frasco de aguardiente, que Mateo debía beber como parte del
ritual.
De pronto, Don Daniel desapareció, dejando a Mateo solo en
el oscuro cementerio. Mateo vagó por mucho tiempo entre las tumbas, sintiendo
el peso de la noche y el miedo. Finalmente, al amanecer, despertó sobre una
tumba, completamente confundido.
El mensaje de esta leyenda es claro: hay conocimientos y
poderes que es mejor no desenterrar. La búsqueda de lo oculto puede tener
consecuencias inesperadas y peligrosas. No todos están preparados para
enfrentar los misterios del mundo espiritual, y a veces, es mejor dejar ciertos
secretos en paz.
Este relato resalta la importancia de ser cauteloso ante lo
desconocido, ofreciendo un mensaje claro sobre los peligros de adentrarse en
prácticas espirituales oscuras sin la preparación adecuada.
Soy Álvaro Rojas, esperando que este relato te haya
cautivado y te invite a reflexionar sobre los misterios que es mejor no
desenterrar. Recuerda siempre, algunas puertas están destinadas a permanecer
cerradas. ¡Hasta la próxima historia!
Autor: Alvaro Rojas Melendez.
contacto: email: alvarome2003@gmail.com
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