Don Herman construyó en su casa patronal un pequeño
zoológico. Aquí, albergaba aves, reptiles y hasta un majestuoso león. Día tras
día, disfrutaba observando a sus animales, y se jactaba de tener el único
zoológico en toda la región. Siempre se aseguraba de tener parejas de machos y
hembras para que su colección creciera constantemente.
Sin embargo, su pasión no pasó desapercibida para un ser
sobrenatural, conocido como Yum Kaax, el Señor del Bosque. Este espíritu
protector del lugar era venerado por los cazadores, quienes le encendían
veladoras antes de adentrarse en el bosque, buscando su bendición para una
buena caza y su protección para regresar sanos y salvos. Yum Kaax, sin embargo,
era severo con aquellos que abusaban de su generosidad y perturbaban el
equilibrio natural.
La presencia de animales exóticos en la finca de Don Herman
enfureció a Yum Kaax. Para él, Don Herman estaba alterando el equilibrio
natural del bosque, trayendo criaturas de hábitats lejanos. Una tarde, la ira
de Yum Kaax se manifestó en un temblor que sacudió la finca. Las jaulas se
abrieron y los animales escaparon hacia el bosque.
Los habitantes de la finca vivieron días de terror. Se decía
que leones, murciélagos gigantes y caimanes merodeaban los alrededores. Algunos
trabajadores afirmaban haber visto huellas de leones en la parte alta de la
finca, y el miedo se apoderó de todos.
Don Herman, asustado por el poder de Yum Kaax, decidió no
reconstruir su zoológico, temiendo un castigo aún mayor. Con el tiempo, los
animales desaparecieron y el bosque volvió a su estado natural. Sin embargo,
algunos aseguran haber visto aún a los grandes murciélagos, criaturas que no
eran comunes en la zona antes de la llegada de Don Herman.
Así, la leyenda de Don Herman y Yum Kaax nos enseña la
importancia de respetar la naturaleza y los seres que la habitan. El equilibrio
natural no debe ser perturbado, pues cada ser tiene su lugar y propósito en el
gran ciclo de la vida. Yum Kaax, el protector del bosque, sigue vigilante,
recordándonos que el respeto por la naturaleza es esencial para la convivencia
armoniosa entre humanos y el mundo natural.
Autor: Alvaro Rojas Melendez.
email: alvarome2003@gmail.com
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