vive un volcán chiquito, ¡qué cosa más rara!
—¡Soy Monterrico, volcán engreído!
De “monte rico” me viene el sonido.
No alto, no bravo, no fuego encendido,
soy mil doscientos ochenta y cinco medido.
Un cono de escoria tranquilo y callado,
parásito soy, del Ipala prestado.
De basalto olivínico tengo mi panza,
mi roca es negrita y siempre relanza.
Estoy inactivo, durmiendo, en reposo,
pero mi suelo es fértil, ¡qué rico tesoro!
Subir hasta arriba es cosa sencilla,
una hora nomás, ¡y ya estás en la orilla!
Desde mi cumbre yo muestro el paisaje,
Suchitán, Ixtepeque y Chingo de traje.
Un niño me dijo: —Vos, ¿por qué tan creído?
Le respondí alegre, con tono divertido:
—No soy el más alto ni soy rugidor,
soy monte que nutre con fuerza y amor.
Grande o pequeño, lo mismo, patojo,
lo bueno es dar frutos, ¡y con eso me pongo contento!
Aprendé conmigo, guardá la lección:
la tierra es tesoro, cuidala de corazón.
Y colorín colorado,
en Monterrico me he maravillado.
Autor: Álvaro Rojas Meléndez
vea el video del cuento en mi canal de youtube: ROJAS PRODUCCIONES, no olvide suscribirse.
0 comentarios:
Publicar un comentario