EL PALMAR QUETZALTENANGO GUATEMALA

Estéreo Palmarense

Deja tu comentario

Siguenos en redes sociales

Contador de visitas

Siguenos

Invítanos un café

lunes, 29 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. in , , | 7:57:00 No comments

 En Jutiapa, en oriente, cerquita de Ipala,

vive un volcán chiquito, ¡qué cosa más rara!

—¡Soy Monterrico, volcán engreído!
De “monte rico” me viene el sonido.

No alto, no bravo, no fuego encendido,
soy mil doscientos ochenta y cinco medido.
Un cono de escoria tranquilo y callado,
parásito soy, del Ipala prestado.

De basalto olivínico tengo mi panza,
mi roca es negrita y siempre relanza.
Estoy inactivo, durmiendo, en reposo,
pero mi suelo es fértil, ¡qué rico tesoro!

Subir hasta arriba es cosa sencilla,
una hora nomás, ¡y ya estás en la orilla!
Desde mi cumbre yo muestro el paisaje,



Suchitán, Ixtepeque y Chingo de traje.

Un niño me dijo: —Vos, ¿por qué tan creído?
Le respondí alegre, con tono divertido:
—No soy el más alto ni soy rugidor,
soy monte que nutre con fuerza y amor.

Grande o pequeño, lo mismo, patojo,
lo bueno es dar frutos, ¡y con eso me pongo contento!
Aprendé conmigo, guardá la lección:
la tierra es tesoro, cuidala de corazón.

Y colorín colorado,
en Monterrico me he maravillado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez


vea el video del cuento en mi canal de youtube: ROJAS PRODUCCIONES, no olvide suscribirse.

Posted by El Palmar Tv. in , , | 7:54:00 No comments

 En Jutiapa lejano, de cielo brillante,

vive Don Amayo, volcán elegante.
Con mil quinientos cuarenta y cuatro metros de altura,

se estira hacia el cielo con gran hermosura.

Dormido descansa, ya no echa calor,
prefiere adornarse con flores de amor.
—Fui fuego y ceniza, rugí como león,
pero hoy soy tranquilo, descanso panzón.

Me dicen “Cerro de las Flores”, ¡qué bonita vista!
y aunque soy volcán presumo: “¡Soy florecitas!”
Cuevas y túneles guardo en mi ser,
recuerdos de lava que un día corrí al correr.

Hoy en mis faldas no hay fuego ni horror,
sino árboles, pájaros y campos de flor.

Don Amayo sonríe con gran emoción:
—Dormido descanso, feliz de corazón.

🌸 Y colorín colorado, en el Cerro de las Flores me he maravillado. 🌸
Autor: Álvaro Rojas Meléndez.


vea el video del cuento en mi canal de youtube: Rojas Producciones. no olvide suscribirse.

domingo, 28 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. 11:56:00 No comments

 

Alejandro, el laboratorista amigo

En un pueblito soleado, de risa y canción,
vivía Gaby con tos y dolor.
La pancita le dolía, la fiebre subió,
y su mamá al doctor la llevó.

—¡Ay, doctor, doctor, qué podrá ser!
Mi niña no juega, no quiere correr.
El doctor la miró, con ojos sinceros,
y dijo: —Necesito a mi amigo sincero.

—¿Quién es ese amigo? —Gaby preguntó.
—Es Alejandro, ¡el laboratorista mejor!
Con tubos, colores y un microscopio genial,
encuentra las pistas de todo mal.

Gaby pensó: “¿Y qué pasará?
¿Será divertido? ¿Me dolerá?”
Alejandro llegó con sonrisa brillante:
—¡Hola, campeona! Te cuidaré en un instante.

Con bata blanquita y voz de canción:
—Verás un pinchón, ¡pero rápido, zon!
Un “ay” chiquitito, después ya no más,
y pronto sabremos qué tienes de veras.

Pum, pum, pum, la muestra tomó,
las máquinas zumban: zzzip, zzzap, zzo.
El microscopio giró, la lupa brilló,
y Alejandro al doctor las pistas llevó.

—¡Aquí está la clave! —le dijo feliz.
—Ahora sé cómo curar a mi aprendiz.
Gaby escuchó, y se sintió mejor,
¡ya había un remedio para su dolor!

Saltó de la cama, corrió por el suelo,
y dijo: —¡Alejandro es mi héroe del pueblo!
Porque un buen doctor no trabaja solito,
con su laboratorista encuentra el caminito.

Y así aprendió Gaby, contenta y calmada:
que un pinchón se olvida y la pena es borrada.
El trabajo en equipo, con ciencia y amor,
le devolvió rápido su gran buen humor.


🎉 Y colorín colorado, con salud y amistad, este cuento rimado se ha terminado.
Autor: Álvaro Rojas Meléndez

Posted by El Palmar Tv. 11:17:00 No comments

 “El Volcán Tobón, la Montaña del Silencio”


En Jalapa, en Pinula, en la Aldea Tobón,
se alza un gigante, ¡sí!, el gran **Volcán Tobón!
No truena, no escupe, no lanza candela,
pero guarda agüita, ¡qué cosa tan buena!

Dos mil ochenta y siete metros tiene,
es alto, altote, y nunca se viene.
Algunos le dicen volcán, otros cerro,
pero él solo ríe: “¡Soy grande y sincero!”.

Con bosques de pinos, con selva y canción,
allí viven aves y el chipe ratón.
Hay frijol, maicito, cafecito también,
y el agua fresquita que calma la sed.

Un día Juanito subió con su hermana,
“¡Vamos patojos, la cima nos llama!”.
En una horita llegaron contentos,
y allá en El Silencio soplaban los vientos.

“¡Miren allá lejos volcanes de fuego!
¡Y aquí está el Tobón guardando sosiego!”.
De pronto la voz del cerro tronó:
—¡Cuiden mis bosques, cuiden mi don!

“No talen mis pinos, no tiren basura,
el agua es tesoro, ¡es vida segura!”.
Los niños dijeron: “¡Sí, vamos a honrar!
Tu bosque y tu cima debemos cuidar”.

Y cuentan que aún, si tú vas de visita,
y escuchas callado en la cima bonita,
se oye un susurro, se oye un consejo:
—¡Cuiden el agua, cuiden lo viejo!

El Volcán Tobón, gigante guardian,
protege a su gente, ¡qué amigo más pan!

Y colorín colorado,
este cuento rimado
se ha terminado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. 8:47:00 No comments

 

El Gigante Chaparrastique

En la Tierra Caliente, tan llena de sol,
donde el mango es dulce y brilla su color,
vivía un gigante, ¡qué gran maravilla!
Un gigante sin brazos, sin pies ni rodilla.

No era de hierro, tampoco de pan,
¡era montaña! ¡Un volcán!
Su nombre formal: Volcán San Miguel,
pero Chaparrastique sonaba más fiel.

¿Y qué significa? —pregunta un chiquillo—
Te lo cuento en verso, verás qué sencillo:
Proviene del Potón, lengua del Lenca,
y suena bonito, suena que encanta.

“Lugar de los chaparros hermosos” diría,
o “Cerro de chaparros” verdes de alegría.
—¡Pero si son bajitos! —decían con risa—
¿Por qué el volcán es grande, de gran cornisa?

Y ahí está el secreto, la magia escondida:
entre árboles chicos, ¡nació la subida!
Un bosque chaparro cubría su falda,
pero él creció alto, gigante que manda.

Así Chaparrastique, de nombre pequeño,
se alzó poderoso, ¡gigante risueño!
Con fuego en el pecho, custodia su suelo,
vigila la tierra, el campo y el cielo.

Cuando su corazón late fuerte y brama,
la tierra retumba —¡bum, bum!— con drama.
“Ron... ron...” murmura, parece soñar,
y abuelos explican: “No hay que temblar”.

Mas si le cosquillea la punta nariz,
respira profundo… y ¡viene el chis!
“Pffffffffft” sopla al cielo, con humo blanquito,
que juega a las nubes, ¡qué cuadro bonito!

Y si la cosquilla le viene más fuerte,
prepárense todos, ¡se acerca la suerte!
El gigante estornuda, retumba y ¡zas!:
“¡Achís!” truena el suelo, ¡la ceniza va atrás!

Los científicos, atentos, lo saben leer,
suspiros y humos les dicen qué hacer.
—¡Dale su espacio! —gritan con tino—
que el guardián sueñe, respire tranquilo.

Y así los pequeños lograron entender,
que un volcán no es malo, no quiere ofender.
Es un guardián grande, con fuego y calor,
que cuida la tierra con mucho vigor.

La lección es clara, escucha, repite:
—¡Respeta al Chaparrastique, respétalo, amiguito!
Si oyes su ronco, su humo, su voz,
vivirán en paz… ¡y colorín colorado, eso es todo, adiós!


Autor: Álvaro Rojas Meléndez

sábado, 13 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. 18:33:00 No comments

 

La Sonrisa del Volcán Tahual

En Jalapa se levanta, con maíz y con frijol,
un volcán bien sonriente, con corazón de sol.

No es tan alto ni bravío, ni se pone a tronar,
pero toca las nubes… ¡y les hace cosquillar!

Con mil setecientos dieciséis metros de altura,
es fuerte y paciente, su vida es segura.
Es un estratovolcán, de capas como un pastel,
que duerme hace siglos, soñando con miel.

Dicen que hace mucho tiempo un dragón lo mordió,
y en su cumbre redondita su sonrisa dejó.
Otros cuentan que los niños, al jugar y reír,
pintaron en su carita un gran gesto infantil.

Tahual, volcán dormilón, nunca quiso explotar,
prefirió soñar despacio y la tierra cuidar.
De su sueño brotan flores, bosques verdes sin fin,
y su laguna brillante canta como un violín.

Tiene amigos cercanitos: Ipala y Jumay,
Suchitán también lo mira y le dice: “¿Qué hay?”
Pero el más alegre siempre, sin tener que bramar,
es el viejo Tahualito, que solo sabe soñar.

Altar de la naturaleza, guardián del maizal,
con su cima forestada parece un gran mural.
Si lo mirás desde abajo, con paciencia y con paz,
verás que su gran sonrisa ¡nunca se borrará!

Y la gente de Monjas dice al verlo brillar:
“Ese volcán nos enseña que la vida hay que cuidar.
No hace falta ser gigante, ni rugir ni pelear,
con alegría en el alma la tierra sabe cantar.”

Y colorín colorado, al Tahual me he encontrado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez

Posted by El Palmar Tv. 18:11:00 No comments

 

El Abuelo Lacandón y el secreto de la altura

En Xela, allá arriba, donde el frío se asoma,
vive un volcán viejito que nunca se desploma.

No truena, no ruge, no tira candela,
se sienta tranquilo, con barba de abuelo.

—Soy el Abuelo Lacandón —dice con voz seria—,
con cejas de nubes y cara de piedra.

Es altísimo, altote, ¡qué gigante señor!
mide dos mil setecientos y pico de amor.
Desde su cima se miran cafetales,
los techos rojitos y pájaros reales.

Pero no guarda fuego, ni susto, ni trueno,
guarda vida en su bosque, ¡tesoro muy bueno!

Saltan las ardillas de rama en rama,
venados ligeros corren con gana.
El zorro curioso sale al camino,
y el quetzal orgulloso vuela divino.

El Abuelo suspira y con calma aconseja:
—La fuerza no grita, la fuerza refleja.
No está en el ruido ni en grande escándalo,
sino en cuidar todo con paso pausado.

Y así sigue firme, callado y contento,
cuidando a su gente con tierno aliento.

Con su barba de abuelo y su manto de pino,
el Abuelo Lacandón nos marca el camino:
que el tesoro más grande no es oro ni plata,
¡es cuidar la vida, que nunca se maltrata!

Y colorín colorado, el Lacandón te ha mirado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez

viernes, 12 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. 19:47:00 No comments

 

El Abuelo Volcán Alzatate que quería ser un jardín

En Jalapa lejano, allá bien callado,
vivía un volcán, redondito y sentado.



No era famoso, ni echaba humito,
era el Abuelo Alzatate, dormilón y bonito.

Roncaba despacio, suave como viento,
pero un día sintió un gran sentimiento.
—¡Ay, gran púchis, qué aburrición!
Todos hacen algo, ¡menos este volcón!

El Pacaya echa humo, el Tajumulco es gigante,
y yo solo duermo, tranquilo y errante.
—¡Quisiera ser más, tener otra misión!
¡Quisiera ser flores, quisiera un jardínón!

En su cima vivía Chipilín la ardilla,
que brinca y salta como semilla.
Escuchó al abuelo con gran atención:
—¿Y vos por qué hacés tanta preocupación?

—Mirá, Abuelo, no estés tan tristón,
vos ya sos jardín, ¡el más chilerón!
Tenés pinos altos que son tu sombrero,
y pájaros cantan tu canto sincero.

Los conejos juegan, se esconden, se van,
y en tus faldas crece café de mi pan.
Hay aguacatales, duraznos dulzones,
¡tu tierra da vida y un montón de sazones!

El abuelo miró y no lo podía creer,
su corazón volcán comenzó a entender.
Y Chipilín dijo, saltando feliz:
—¡Sos sagrado y querido, así es tu raíz!

La gente Xinka sube a rezar,
pide por lluvia, le gusta cantar.
Vos sos abuelo, protector, guardián,
silencioso y fuerte, volcán bonachón.

Desde ese día ya no se sintió mal,
sabía que era especial, único y genial.
Un volcán dormilón, tranquilo y sereno,
con corazón grande, ¡chapín y pleno!

Y colorín colorado,
este cuento rimado
ya se ha terminado.

El Abuelo Alzatate feliz seguirá,
soñando jardines… ¡y al que quiera visitará!


Autor: Álvaro Rojas Meléndez

Posted by El Palmar Tv. 19:17:00 No comments

 

Ixtepeque y su Corazón de Obsidiana

En Jutiapa lejano, de cielo brillante,
vivía un volcán chiquitín, elegante.
Se llama Ixtepeque, dormido y callado,
un volcán apagado, pero bien parado.


Mil doscientos noventa y dos metros subía,
con matorrales y piedras que el sol relucía.
No echaba humo, ni lava, ni ruido,
pero tenía un tesoro escondido.

¡Obsidiana brillante, negra y bonita!
parece la noche que nunca se quita.
También hay rojiza, como el sol al bajar,
piedritas que saben cantar y brillar.

Un niño curioso, Ricardo se llama,
le dijo a su madre con toda la gana:
—¡Subiré al volcán, quiero su corazón!
¡Lo busco, lo encuentro, esa es mi misión!

La madre le dijo con voz emocionada:
—Hay una leyenda, de esas bien contadas:
el volcán guarda un corazón de obsidiana,
un regalo de tierra, chispa soberana.

Ricardo subía, ¡qué duro el camino!
Se resbaló mucho, pero iba sin tino.
A cada pasito, sorpresa encontraba:
piedritas brillosas que el sol le mostraba.

Eran estrellitas, redondas, alargadas,
como si el volcán, con manos calladas,
le fuera diciendo: “¡Niño, ven acá!
Mi historia en piedritas te quiero contar”.

Hace mucho tiempo, con fuego y calor,
Ixtepeque rugía con gran resplandor.
Su lava tan rápida se enfrió de repente,
y así nació el vidrio brillante y ardiente.

Ricardo entendió con gran emoción:
el volcán no tenía un solo corazón…
¡Tenía miles, brillando en el suelo,
cuidando la tierra, el campo y el cielo!

Llegó a la cima y nada encontró,
solo tierrita, plantitas y sol.
El cráter tapado dormía tranquilo,
soñando en silencio, guardando su brillo.

Ricardo sonrió y al pueblo miró,
el maíz y los cerros de lejos vio.
Se dio cuenta al fin, con el alma contenta,
que el corazón del volcán en pedacitos se cuenta.

Bajó sin piedras, pero con tesoro,
un secreto guardado que vale más que el oro.
Y cada obsidiana que ahora miraba,
era un regalo del Ixtepeque que hablaba.


Autor: Álvaro Rojas Meléndez

Posted by El Palmar Tv. 18:15:00 No comments

 El Secreto del Abuelito Volcán Suchitán

¡Miren, patojos! ¡Miren, patojas!



¿Ven ese cerro de mil colores?
Grande, verdecito, tocando el cielo,
es el Suchitán, volcán sin desvelo.

Un volcán dormilón, de puro corazón,
que sueña tranquilo, sin gran erupción.
No echa humo, no echa fuego,
solo cuida su pueblo entero.

Allá en Santa Catarina Mita,
la tierra es bonita, bonita, ¡requetebonita!
Suchitán significa “flores sin fin”,
un jardín gigante, ¡de olor jazmín!

En un pueblito chiquititán,
vivía la patoja María, ¡qué gran!
Con su abuelita al lado del fogón,
escuchaba leyendas con gran emoción.

—Mijita —decía la abue con sazón—,
allá en la cima hay una Piedrona grandotototón.
Dicen que brujas la fueron a poner,
para un gran secreto poder esconder.

—¿Qué secreto, abuelita, me puede contar?
¿Será que el volcán me lo quiere enseñar?

—Debajo de esa piedra, con gran resplandor,
vive escondida la Serpiente de Oro.
Con cuernitos dorados y cuerpo brillante,
ella es la guardiana, firme y gigante.

María escuchaba, ¡su corazón brincaba!
Soñaba y soñaba, ¡y más preguntaba!
Hasta que un día dijo: —¡Voy a subir!
Con atol y jocotes me voy a lucir.

Subió y subió, sin parar de subir,
oyendo a los pájaros ¡piu, piu, piu, piuír!
Las flores cantaban, el aire reía,
y el sol en su cara brillaba de día.

De pronto la vio… ¡ay, la Piedrona!
Grandota, callada, tranquila, pachona.
María la tocó con mano ligera:
—¿Hola, Serpiente de Oro, usted está afuera?

La roca tembló, ¡rum, rum, rumbleó!
El volcán susurró, ¡crack, crack, crujeó!
Pero María valiente no se achicó,
una flor de Suchitán en la piedra dejó.

De pronto brilló un destello bonito,
el aire se hizo fresco y fresquito.
El volcán sonrió, la montaña cantó,
y María supo: la serpiente aceptó.

Bajó la patoja feliz de emoción,
llevaba en el pecho pura ilusión.
El secreto guardaba el volcán dormilón:
¡la Serpiente de Oro era su corazón!

Así que ya saben, patojos, ¡mirá!
Suchitán no solo está allí para estar.
Es un abuelo gigante que cuida y protege,
con flores, leyendas y un aire que festeje.

Y colorín colorado, en Jutiapa este cuento encantado ha terminado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez

Posted by El Palmar Tv. 13:55:00 No comments

 

El Guardián Jumaytepeque

En Santa Rosa, allá en el oriente,



vive un volcán alto, tranquilo y sonriente.
No ruge, no asusta, no quiere pelear,
prefiere a los niños historias contar.

“Soy Jumaytepeque, cerro grandulón,
verde, dormilón, guardián de corazón.
No echo fuego, no saco calor,
mi fuerza está en dar vida y amor.”

Los patojos subieron con gran emoción,
por ver de cerquita al noble volcán.
“¿Por qué no explotas? —dijo un patojo—
¿será que tenés miedo o sos medio flojo?”

El volcán sonrió con voz de tambor:
“No soy flojo, patojito, soy volcán protector.
De mis laderas brotan flores y pinos,
vienen a jugar venados y pollinos.”

Arriba brillaba la Cruz del Milenio,
y el aire olía a café pequeño.
Los niños gritaban: “¡Ala, qué chulada!
¡Qué vista tan linda, qué tierra sagrada!”

El volcán les habló con voz de consejo:
“Cuiden mi falda, mi bosque y mi espejo.
No tiren basura, respeten mi ser,
así yo les doy vida una y otra vez.”

Los niños bajaron saltando de gozo,
contentos, alegres, riendo a lo loco.
Y todos aprendieron que ser fuerte es cuidar,
no destruir, sino siempre amar.

Moraleja con rima:
“Si al bosque cuidás y no lo ensuciás,
vida y alegría siempre te dará.”


Autor: Alvaro Rojas Melendez.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. 13:42:00 No comments

 

El Abuelo Quetzaltepeque

¡Hola patojada, escuchen con gana!

Aquí viene un cuento de tierra chapina, tempranito en la mañana.

Había una vez, allá en Chiquimula,
un volcán gigante con carita de abuela chula.
Pero no tiraba fuego, ni ceniza, ni calor,
era un abuelo dormilón, bonachón y de buen humor.

Su nombre era largo, bonito y chapín,
Quetzaltepeque, ¡qué volcán tan fin!
(No como el lujo que brilla y reluce,
sino porque a todos cariño les produce).

En vez de humo y lava que todo arruina,
tenía bosquecitos que cambiaban su esquina.
Verde en verano, dorado en invierno,
con pajaritos cantando su canto tierno.

Pero aquí viene el secreto, ¡pónganse atentos!
¿Por qué “Quetzaltepeque”? ¡Les cuento en un momento!

Hace mucho, pero mucho, en un tiempo lejano,
vivían quetzales con plumaje temprano.
Verdes brillantes, rojos de fresa,
colas larguísimas, ¡qué belleza!

Entre todos había un quetzal chiquitito,
se llamaba Kukul, era puro periquito.
No era el más grande, ni el más pintado,
pero era curioso, alegre y arriesgado.

Volaba a la cima, donde el volcán dormía,
y la nube traviesa lo abrazaba todo el día.
Desde allí miraba el valle y el río,
los pueblos, las casas, ¡todo el gentío!

Kukul y el volcán se hicieron compadres,
uno contaba cuentos, el otro guardaba tardes.
Fue el quetzalito quien un día declaró:
“¡Este volcán será Quetzaltepeque, y así se quedó!”.

Desde entonces el abuelo no duerme de flojo,
sueña cuidando con cariño a su antojo.
Cuida a la gente, al bosque y al río,
y a veces en el viento se escucha su brío.

Así que patojos, si un día ustedes suben,
calladitos, calladitos, que las aves no se asusten,
quizá vean a Kukul con su cola brillante,
volando feliz, ¡como guardián caminante!

Y colorín colorado, del Quetzaltepeque este cuento ha terminado,
con su quetzal alado y su bosque encantado.
🌋🐦🌳


Autor: Álvaro Rojas Meléndez

Posted by El Palmar Tv. 12:06:00 No comments

 

El Volcán San Antonio, el Pequeño Gran Dormilón

En San Marcos, Guatemala, donde canta el pajarón,
vive un volcán distinto… ¡un pequeñón dormilón!

No ruge ni truena, no echa humo al montón,
prefiere quedarse callado en su rincón.

Se llama San Antonio, volcancito especial,
con su manto de árboles y su aire jovial.
Mide dos mil quinientos catorce metrón,
pero entre los volcanes… ¡es un pequeñón!

Anita lo mira con gran admiración,
y Pedrito pregunta con curiosidad y emoción:
—Mamá, ¿por qué nunca hace “¡pum!” este señorón,
si todos los otros despiertan con canción?

La madre sonríe y con calma explicó:
—Nuestro San Antonio hace tiempo durmió.
Hace miles de años quizá despertó,
pero ahora descansa, ¡y en paz se quedó!

—¡Que despierte un poquito! —gritó Pedritín,
—¡quiero ver si guarda tesoros allí!
—Oh no, mi Pedrito —la madre advirtió—,
si un volcán se despierta, ¡qué susto nos dio!

Pero escucha este cuento que el abuelo contó,
un secreto de mayas que el tiempo guardó:
Que dentro de un monte, su primo mayor,
se escondían regalos de vida y amor.

Un pájaro carpintero picó sin parar,
hasta que semillas salieron a volar:
el maíz para tortillas, el frijol para guisar,
el agua fresquita y el fuego al hogar.

—¡Qué maravilla! —dijo Anita con pasión—,
—los volcanes son cofres de vida y canción.
—Así es —dijo madre con dulce emoción—,
y San Antonio protege la vida en montón.

Se puede subir y no es gran misión,
¡en treinta minutos llegas con emoción!
Sus bosques te esperan, su aire es mejor,
paisajes hermosos que llenan de amor.

Es un pequeñón guardián, un volcán de valor,
no necesita rugir ni causar gran temor.
Su fuerza está en dar vida, en cuidar con pasión,
y en soñar tranquilito… cual gran dormilón.

Y colorín colorado este volcán se ha contado,
es un pequeñón sabio que nunca ha fallado.
Que siempre lo cuiden con gran devoción,
¡el San Antonio es orgullo de toda la nación!


Autor: Álvaro Rojas Meléndez

martes, 2 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. 7:01:00 No comments

 

Moyu, el volcán bromista


En Jutiapa lejano, de cielo brillante,
vivía un volcán muy grande y elegante.
Se llamaba Moyuta, grandote y verdoso,
pero todos lo llamaban Moyu, el bromista travieso.

No hacía erupciones ni fuego rugiente,
pero le encantaba asustar a la gente.
“¡Buuu!” soplaba fuerte entre los cafetales,
y los cortadores saltaban ¡igual que los chiquitales!
Luego reían con gran carcajada:
“¡Ese Moyu sí que juega y nos da broma pesada!”

Moyu tenía cuates de gran corazón:
Doña Fumarola, nube de diversión,
Don Cafetal, parlanchín y muy gracioso,
y la Laguna San Juan, espejo silencioso.

—¿Saben qué significa mi nombre? —preguntó Moyu,
y todos se rieron: —¡No, dinos tú!
—¡Lugar de mosquitos! —dijo entre carcajadas—
Sí, los zancudos hacen fiestas por las madrugadas.

Un día Moyu suspiró sin consuelo:
“Quiero mirar el mar, ese espejo del cielo.
Estoy bien altote, ¡mil seiscientos sesenta!
Pero la neblina me tapa la fiesta.”

—¡No te preocupés! —la laguna gritó—
—¡Entre todos los cuates lo lograremos vos!

Fumarola sopló con cachetes inflados,
Cafetal agitó mil granitos tostados,
la laguna brilló como espejo risueño,
¡y la neblina cedió con gran empeño!

De pronto apareció, azul y brillante,
el mar infinito, ¡qué vista elegante!
Moyu soltó risa que todo sacudía:
“¡Al fin veo el mar, qué linda alegría!”

Desde ese día, quien sube a Moyuta,
a veces ve el mar, a veces ni jota.
Porque Moyu travieso se ríe y se esconde,
asusta con vapor… ¡y luego responde!

Pero siempre recibe a los niños contentos,

con cafetales, historias y viento.
Un volcán bromista, juguetón y chapín,
con corazón caliente… ¡y muy traviesín!

¡Y colorín colorado, Moyuta te ha asustado!


Autor: Álvaro Rojas Meléndez

lunes, 1 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. 15:38:00 No comments

 🌋 Don Ipala, el Volcán Coqueto

¡Hola patojada!
¿Ya se acomodaron?
Les cuento de un cerro,
que todos miraron.

En Jutiapa y Chiquimula, allá en el oriente,

vivía Don Ipala, volcán sonriente.
Con mil seiscientos cincuenta metros de altura,
se paraba altivo con mucha postura.

No echaba fuego, ni humo, ni lava,
era un volcán viejo que ya no rugía nada.
“¡Soy extinto, muchá, y no me da pena,
porque en mi cráter guardo mi joya morena!”

La joya brillaba, ¡qué cosa tan fina!
Era la Laguna de Ipala divina.
Redonda, tranquila, azul como el cielo,
verde como monte, plateada cual velo.

“¡Mírenme, mírenme, qué gran tesoro!
¡Soy un volcán bonito, valioso de oro!
No tiro ceniza, tampoco hago lío,
prefiero mostrarles mi espejo bravío.”

Los pájaros bajan, cantando contentos,
las nubes se asoman, se miran al viento.
Mariposas vuelan, las flores lo adornan,
y Don Ipala presume, ¡a todos asombra!

Un día Pacaya gritó con poder:
“¡Yo soy el que asusta, yo sé encender!”
El Volcán de Agua habló con razón:
“¡Yo cuido la tierra, soy todo un campeón!”

Pero Don Ipala, con voz de abuelito,
respondió despacio, sonriendo bonito:
“Cada volcán tiene su propia canción,
el mío es de calma y admiración.

No me comparen, soy diferente,
llevo laguna y soy imponente.
De Jutiapa a Chiquimula me pueden mirar,
¡soy Don Ipala, difícil de igualar!”

Los niños del pueblo subieron contentos,
llevaban canastos, cantaban al viento.
“¡Ala gran chucha! —gritaban con gana—,
¡qué lindo espejo, parece ventana!”

Don Ipala guiñaba, movía la ceja,
se hacía el serio, pero se deja.
Por dentro decía con tono discreto:
“¡Soy el volcán más, más, más coqueto!”

Y colorín colorado,
del Ipala me he enamorado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez

lunes, 25 de agosto de 2025

Posted by El Palmar Tv. 19:07:00 No comments

 

El cuentón de los vendedores ambulantes

¡Hola, hola patojada!



Pónganse vivos, ¡ya empieza la jornada!

En un pueblito chiquitío, entre montañas y volcán,
vivían vendedores que alegraban el plan.

—¡Paaaan, pan fresco, pa’ disfrutar!
¡Salí corriendo, patojo, no te vayás a atrasar!—

Era Don Beto del Palmar,
con su canasto grande, ¡listo pa’ trabajar!
—Deme un quetzal, Don Beto, deme dos mejor,
que ese pancito sabrosito me alegra el corazón.

Y allá en la esquina, firme y sonriente,
venía Don Pablo, panadero de San Felipe.
Con su canasto lleno y paso apurado,
vendía su pan fresco de un lado a otro lado.

A veces corrían, a veces reían,
y con todo su esfuerzo a la gente servían.

¡Y qué decir de Doña Tina y Doña Lipa!
Con su canastío de carne fresquita.
En hojas de mashán la sabrosa envolvían,
y con cuentos y risas la carne vendían.

Y los sábados, ¡púchica qué lío!,
se escuchaba el grito: —¡Ropa traigo en mi tanatío!
Era Don Mingo, con calcetas y camisas,
¡pantalones, playeras, hasta faldas bonitas!
—Apúntelo al cuaderno, la quincena ya vendrá,
y cuando me pagués, ¡contento yo estaré ya!

Todos ellos, patojada, caminaban sin cesar,
con esfuerzo y con sueños que los hacían avanzar.
No tenían carro, ni tienda, ni montón,
pero tenían trabajo, sonrisa y corazón.

Hoy ya no se ven tantos, ya no es igual,
pero si encontrás a alguno en tu barrio o tu portal,
y si conocés a alguno, comentá sin cuidado,
¡colorín colorado, a estos vendedores ya les he pagado!

✍️ Autor: Álvaro Rojas Meléndez

domingo, 24 de agosto de 2025

Posted by El Palmar Tv. 9:57:00 No comments

En Totonicapán, donde el frío se siente temprano,
vivía un volcán con sombrero serrano.

Se llamaba Cuxliquel, ¡qué nombre tan bonito!,
pero todos le decían Cerro Tímido en chiquito.


No echaba humo, no hacía ¡pum!,
ni temblaba fuerte ¡zum, zum, zum!.
En vez de punta filosa como lanza,
tenía cabeza redonda, como niño en balanza.

Los volcanes vecinos, Pacaya y Fuego,
saltaban, gritaban, echaban su juego.
—¡Mirá qué fuerte soy yo! —rugía Fuego sin pena.
—¡Mirá qué valiente soy yo! —gritaba Pacaya en escena.

Pero Cuxliquel bajito pensaba:
“Yo no trueno, no rujo, ni la tierra sacudo,
¿será que no sirvo?, ¿será que no ayudo?”.

Se escondía en las nubes, tímido, callado,
miraba a Totonicapán desde su lado:
niños jugando chibolita en la plaza,
abuelitas tejiendo güipiles en la casa.

“¡Ay, quisiera ser como ellos!”, suspiraba apenado,
“un volcán verdadero, fuerte y respetado”.

Pero shhhh… tenía un secreto escondido:
Cuxliquel era un volcán antiguo, curtido.
No estaba enojado, ya no hacía estruendo,
pero su corazón seguía latiendo, latiendo.

Una mañana el sol se subió a su sombrero,
y Cuxliquel miró todo el valle entero:
los campos de maíz, de cebada, de trigo,
danzaban con el aire como amigos.

¡Ah! —descubrió— “mi calma es regalo,
sin mis enojos el maíz crece sano.
No doy calor de lava ni fuego,
pero mi corazón da vida sin ruego”.

Ese día llegó una familia con flores,
con incienso y rezos, con cantos y olores.
—Gracias, volcán —dijo el papá emocionado—
—por la lluvia, por el maíz, por lo cosechado.

Y Cuxliquel sonrió con su cara redonda:
“¡Ser guardián de mi pueblo es tarea profunda!”.

Ya no quiso ser como Fuego ni Pacaya,
él tenía su gracia, su calma, su maya.
Un volcán con alma de cerro sencillo,
un amigo callado, tierno y sencillo.

Los otros podían gritar y brincar,
él sabía su fuerza: cuidar y amar.

Y desde ese día, jamás dudó,
orgulloso de ser quien siempre fue, siguió.

Colorín colorado, este volcán tímido se ha acerrado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez

martes, 19 de agosto de 2025

Posted by El Palmar Tv. 19:26:00 No comments


Había un hombre en El Palmar,
¡Don Luis Ismael, un gran trabajor!
No era famoso, no era un doctor,
pero siempre andaba con mucho fervor.

Cada día caminaba sin parar,

con un morralito listo para viajar.
Llevaba telegramas, ¡oh, qué emoción!
Mensajes importantes para toda la región.

"¡¿Qué es un telegrama?!", puedes preguntar.
¡Pues era un papel que no podía esperar!
No había celulares ni teléfonos en su época,
solo telegramas que corrían como una roca.

Don Luis cruzaba ríos y montañas altas,
con lluvia, sol o tormentas que daban saltos.
Su trabajo era entregar un mensaje urgente,
aunque el camino fuera muy diferente.

A veces, el telegrama decía:
"¡Tu tío se fue al cielo, ya no está en la vía!"
O de las fincas decía el patrón:
"¡Aquí vienen los trabajadores, qué emoción!"

La gente esperaba con mucho afán,
porque sin esos papeles no sabían qué harán.
"¿Cuándo llegan?", se preguntaban todos,
y Don Luis llegaba, ¡siempre con modos!

Con el telegrama en la mano,
subía montes, bajaba en un plano.
De las fincas a los pueblos, sin descanso,

llevando noticias en cada paso franco.

En Loma Linda, a veces iba a pie,
y no le importaba si hacía mucho calor o un desdén.
Por solo cinco quetzales, ¡y qué gran honor!,
entregaba el mensaje con gran fervor.

Aunque a veces el sendero era difícil,
y el río Nima le daba un gran susto,
Don Luis cruzaba, sin perder su paso,
y se metía en el agua con un gran abrazo.

A sus 60 años, sigue su labor,
¡el trabajo sagrado, su gran amor!

A veces lleva carga o limpia algún lugar,
y con humildad, se pone a trabajar.

"El trabajo es sagrado", siempre decía,
y aunque sea sencillo, lo hacía con alegría.
Con su morralito, y su paso tan firme,
Don Luis enseñó a todos que el trabajo es sublime.

Así que si ves a Don Luis por ahí,
¡salúdalo con alegría y mucho frenesí!
Porque él nos enseñó con su gran corazón,
que el trabajo honesto siempre es la solución.


Autor: Alvaro Rojas Melendez.

@derechos reservados.

lunes, 18 de agosto de 2025

Posted by El Palmar Tv. 16:32:00 No comments


Hola hola, patojada, ¿cómo están?
Hoy les traigo un cuento que les encantará.

¿A ustedes les gustaban los helados, ummm qué delicia total?
¡Artesanales, fresquitos, para disfrutar sin igual!

Por mi casa siempre pasaba un señor,
tocando su campanita con mucho amor.
Es Don Neto, el heladero chapín,
que empuja su carretilla desde temprano hasta el fin.

Yo salía corriendo, contando mis moneditas,
pero a veces me faltaban unas poquitas.
—¡Ay, Don Neto, me faltan cinco centavos!
No podré comprar mi helado tan sabrosón.

Don Neto me miraba con su sonrisa brillante:
—¡No te preocupés, mi’jo, te lo doy adelante!
Yo tomaba mi helado, feliz de verdad,
y Don Neto lo servía con mucha bondad.

Con cuidado movía su paleta de un lado al otro,
haciendo que el helado quedara bonito y redondo.
Yo lo disfrutaba, ¡qué alegría sin fin!
y Don Neto sonreía mientras seguía su camino.

Desde las fincas cercanas al Volcán Santiaguito,
hasta el poblado de El Palmar caminaba poquito a poquito.
En fincas y aldeas, siempre lo verías,
con su carretilla empujando, ¡y su campana sonaría!

Niños con monedas, otros sin nada,
pero Don Neto siempre daba su helado.
—No importa si no traés dinero,
aquí tenés tu helado, mi chiquitín sincero.

Desde el Antiguo Palmar, él llegaba a caminar,
por calles empedradas, por todos lados sin parar.
Su corazón grande, más que el volcán,
repartía sonrisas y helados por doquier, ¡qué afán!

Los años han pasado y los niños crecieron,
algunos aún recuerdan la deuda de cinco, diez, hasta veinticinco centavos.
Aunque estuvo en la Nueva Población, hoy ya no se escucha más,
pues ha migrado a su terruño en lo alto, su tierra, ¡su paz!

Él es más palmarense de corazón,
y siempre dejaba sonrisas y helado en cada rincón.
Don Neto nos enseñaba, con su gesto y su acción,
que la humildad no es pobreza, ¡es calidad de corazón!

Empujaba su carretilla, compartía alegría y sabor,
y cada helado venía con un gran montón de amor.

Aunque ahora en lo alto su terruño encontró,
su risa y sus helados en nuestros corazones quedó.
Y colorín colorado, este helado se ha disfrutado,
con risas, con cariño… y con todo el paladar chapín encantado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez

martes, 22 de julio de 2025

Posted by El Palmar Tv. 13:33:00 No comments

 ¿Has oído hablar de un volcán que duerme,

tan alto y tranquilo que el cielo lo envuelve?
Un gigante de piedra que un día rugió…
pero ahora susurra… y ya se apagó.

En lo alto del mundo, muy cerca del sol,
vive el Chicabal, un rincón sin igual.

Con árboles altos que tocan el viento,
y nubes que bailan al ritmo del tiempo.

Y justo en su cráter —¡ay, qué maravilla!—
descansa una laguna tan chiquitilla.
Muy chica, muy dulce, muy pura al mirar…
¡por eso le llaman el Chicabal!

Sus aguas son suaves, brillantes, serenas,
parecen guardar secretos y escenas.
De flores que flotan y cuentos que vuelan,
de abuelos mayas que al cielo revelan…

Con velas, con rezos, con voz espiritual,
le hablan al alma del gran Chicabal.
Piden por lluvia, por maíz y calor,
piden al bosque, con todo su amor.

¿Y dónde se encuentra este sitio encantado?
¡En Xela, mi niño, un rincón adorado!
San Martín Chile Verde es su dirección,
un pueblo en las nubes, con gran corazón.

Sube la vereda, camina sin prisa,
escucha a los pájaros, siente la brisa.
Y cuando respires el aire más puro…
verás la laguna, ¡parece de otro mundo!

Cuidado, eso sí, no debes nadar,
ni tirar basura, ni gritar sin parar.
Porque este lugar no es para jugar…
¡es un templo del bosque que debes cuidar!

Si el día está claro y la bruma se va,
puedes ver desde arriba al Santa María.
¡Otro volcán grande, de lava y poder!
Pero el Chicabal… tiene su propio deber.

Él no lanza fuego, ni truena, ni explota.
Él guarda silencio… y a veces, flota.
Flota entre sueños, raíces y estrellas,
con su lagunita tan mágica y bella.

Así que si un día deseas volar,
sin alas, sin tren y sin despegar…
visita este cerro, respira su paz,
y deja que el Chicabal te hable… y ya verás.


Autor: Álvaro Rojas Meléndez (con alma de autor de cuentos famosos)

miércoles, 2 de julio de 2025

Posted by El Palmar Tv. 12:36:00 No comments


¡Zzzzzzzzhhhhhh! ¡BOOOOM! ¡Rojo y naranja!
Así es como muchos imaginan la franja
de un volcán furioso que ruge y no calla,
¡lanzando su lava como un río con alas!

Con fuego encendido cual cola de dragón,
que baja y destruye sin pedir perdón.
¿Verdad que así piensas que es un volcán?
¡Uno que grita y no deja de tronar!


Pero en Guatemala, la tierra bendita,
donde el sol siempre canta y la flor se derrita,
hay un volcán raro, callado y formal…
¡que en vez de fuego, tenía un manantial!


Su nombre elegante, sin bulla ni enredos,
es Volcán de Agua, ¡con cielos de dedos!
Tan alto, tan firme, tan buen guardián,
que parece vigía de todo el plan.


Y lo más curioso –¡atención, patojada!–
es que en su cima, sí, allá en lo más nada,
no había fuego ni chispa encendida…
¡sino un lago brillante con mucha vida!



¡Ajá, bichitos!
¡Ahora sí va!
El Profe Álvaro les va a contar
la historia completa, sin titubear.


En la linda Guate, de cielo turquesa,
donde los volcanes decoran la mesa,
algunos escupen y otros gruñen feo…
pero uno es tranquilo como un sombrero.


Ese es el de Agua, ¡qué buena presencia!
No hace escándalo, guarda paciencia.
Se alza en el cielo como un campeón,
con su pico perfecto, cual tazón.


Hace siglos y siglos, cuando todo era nuevo,
y los mayas sabían leer hasta el cielo,
en la cima del cerro, ¡ni fuego ni flama!
¡Sino un lago brillante que encantaba!



Las nubes bajaban a verse la cara,
y venaditos tomaban su agüita clara.
Los pájaros cantaban, el viento reía…
y Hunahpú le decían con sabiduría.


Hunahpú, dijeron, “de flores y agua”,
¡un nombre de cuentos, de magia y de calma!
Pero la naturaleza, con humor travieso,
soltó un aguacero, ¡y fue muy espeso!


Llovió y llovió, ¡qué gran tormentón!
El lago creció sin ningún botón.
Hasta que un día, sin decir "permiso"...
¡el agua bajó con todo su hechizo!


¡ZAS! ¡TRAS! ¡PLASH!
¡Gran corredera!



Bajó como río, bajó cual manguera.
Se llevó casitas, árboles y flores,
y dejó a los abuelos con mil temblores.


Desde ese día, el lago se fue,
el volcán quedó seco, ¡y así se ve!
Pero el nombre quedó, igual de elegante,
como recuerdo de aquel instante.


Ahora tiene pinos y matas chulas,
mariposas que bailan en sus espumas.
Y cuando lo veas, salúdale vos,
que un lago en su cima tuvo por Dios.


Y colorín colorado,
el cuento se ha acabado.
Pero antes que vayan, pongan atención,
que el Profe Álvaro les deja un montón:



No hagás fogatas allá en su cima,
que el fuego da miedo y la planta se lastima.
No tires basura, ni de chiste, ni de juego,
¡porque ese volcán merece respeto y apego!



Cuidalo, querelo, tratálo bien,
que el Volcán de Agua es un gran también.
Es parte de Guate, de historia y canción...
¡y depende de vos que no sufra un montón!


Autor: Álvaro Rojas Meléndez:

vea el video en mi canal de youtube

Rojas producciones.

Search

Bookmark Us

Delicious Digg Facebook Favorites More Stumbleupon Twitter