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miércoles, 22 de enero de 2014


Durante la época del día de los Santos comienzan a manifestarse todas aquellas historias o leyendas, de apariciones, personajes sobrenaturales, como la llorona, la siguanaba, el duende, el cadejo etc.

Existen infinidad de leyendas en torno a la actividad del volcan Santa María y Santiaguito,  una muy conocida por los pobladores es la leyenda del Dueño del volcán; se dice que el dueño del volcán es "Juan Noj", un personaje sobrenatural  quien tiene su casa en el interior del volcán, pero como este siempre esta en erupción, la casa se le quema todo el tiempo, por eso necesita muchos trabajadores, Juan Noj envía enfermedades a los pueblos, para que las personas se mueran y así, "alzar a los espíritus" para que le ayuden a construir su casa, que siempre se le quema, por eso los Sacerdotes mayas deben "Hacer las costumbres o ceremonias" para mantener tranquilo a Juan Noj en las faldas del volcán.

Estas historias cuentan los sucesos del poblado a la forma de entender de los pobladores de ese entonces, recordemos que anteriormente se asociaba eventos naturales con personajes míticos, escuchando a varios ancianos sus relatos se fue formando este cuento que les comparto a continuación.


"La Historia del Dueño del Volcán"
Cuento

Juan Noj es visto como un personaje alto, rubio que baja en su  caballo blanco por los ríos de las quebradas que nacen en las faldas del volcán hacia las costas del pacifico. regularmente el uno de noviembre de cada año a la media noche. 

Cuenta la leyenda que un grupo de vecinos de la antigua población de El Palmar se dirigió al encuentro de este personaje en el río nima dos a la media noche,  al escuchar el sonido de los cascos del caballo uno de ellos exclamo con gran fuerza "Juan Noj, Juan Noj Juan Noj"  se sintió un silencio total y derrepente escucharon el galope de un caballo y vieron a una persona alta de ojos de color de fuego  montado en un hermoso caballo blanco, el cual  parecía trotar sobre un manto de humo blanco sin tocar las innumerables rocas que habían dentro de la quebrada del río.

Juan Noj  un tanto molesto por la interrupción de su viaje pues se disponía visitar a sus parientes en los volcanes marítimos del pacifico, pregunto molesto el motivo por el cual fue invocado, uno de los pobladores llamado pedro,  casi tartamudeando y temblando por el miedo le pidió en nombre de todos los ahí presentes les cediera riquezas y prosperidad en su territorio a lo que Juan Noj Contesto: "Les daré la prosperidad que me han pedido pero a cambio dentro de 30 años regresare a llevarme sus almas a mi casa (El volcán) a trabajar" tanto pedro como el resto del grupo accedieron y en ese mismo instante continuo Juan Noj su recorrido desapareciendo totalmente aunque aun siguió escuchándose el eco de los cascos del caballo por unos minutos mas y el sonido del canto de los búhos  lo cual los hizo salir corriendo, en una noche de luz de  luna con la cual pudieron ver los senderos para regresar a sus moradas.




El Pueblo progreso considerablemente, muchos compraron terrenos en los cuales cultivaron productos que les trajo muchas ganancias al comercializarlas en otros lugares.

Se dice que así fue; durante mucho tiempo, hubo prosperidad en el poblado, compraron mucho terreno nuevo para cultivo, tanto el maíz como otros productos se dieron en abundancia dejandoles muchas riquezas.

Al acercase la fecha en que tendrían que pagar por dichas riquezas, tanto pedro como el grupo de vecinos del poblado vieron con preocupación, el tener que dejar a las familias, fue entonces que los pobladores decidieron llevar el dinero recaudado y lo mejor de sus cosechas a la iglesia Católica con el fin de que el Sacerdote los bendijera.

En el preciso instante, en que el Sacerdote bendecía dichas riquezas, Juan Noj sintió que una fuerza grande le hacia olvidar a las personas a los cuales había entregado dichas riquezas, y al no saber quienes eran,  como podría cobrar el acuerdo realizado,  fue entonces que desidio destruir el poblado y con ello a las personas a las que les había dado riquezas.

Para vengarse de estas personas Juan Noj envió una columna densa de ceniza que llego casi hasta las inmediaciones del poblado, esa fue su primera advertencia, aunque los vecinos del poblado pensaron que no pasaría nada malo, que todo volvería a la normalidad conforme pasen los días.

Esto enfureció aun mas a Juan Noj, el cual envió cantidades de lodo y rocas por los ríos que bajan del volcán, atravesando por el centro la iglesia Católica, pues fue en ese lugar el motivo de su perdida,  hasta que destruyo por completo el poblado por lo que los pobladores terminaron por abandonar dicho territorio el cual en su momento fue prospero.

Por estos eventos nace el nuevo poblado, muchas personas continuaron viajando  hacia el antiguo Palmar, para llegar a Monte Claro lugar de parcelas donde se cultivan diversidad de productos agrícolas así lo hicieron por varios años  hasta que Juan Noj al ver que aun continuaban enriqueciéndose en su territorio envío una correntada de lodo y rocas del volcán por donde se encontraba un riachuelo llamado San Isidro destruyendo varias parcelas lo cual genero que el valor de dicho terreno disminuyera considerablemente, después de que en su momento fuesen terrenos altamente valiosos.



Autor: Alvaro Rojas.
Historia del volcán.







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