que da sombra fresca y jugo sabroso,
vive una culebra sin gran pretensión,
se llama Zizu, ¡con buen corazón!
Cerquita de la laguna San Pedrito está,
donde el agua es mansa y tranquila de a de veras,
y el volcán Santiaguito se mira allá atrás,
echando humito entre nubes sinceras.
Zizu no muerde, ni quiere pelea,
aunque su forma a veces chilea.
“Yo soy tranquila”, dice sin pena,
“y vivo feliz bajo rama buena”.
con su piel brillando bajo el cielo.
Le encanta subirse a una rama pelada,
y asolearse ahí toda la mañana.
"Yo no busco lío, ni pleito, ni drama,
solo quiero estar tranquila en mi rama.
No me molestés si me ves pasar,
yo no hago daño, solo quiero estar."
"Como ranas, bichitos, saltamontes tal vez,
¡y si no hay comida, ni hambre me ves!
A mí me gusta este lugar tan sereno,
con viento, pajaritos y sol chapinero."
"A veces los patojos quieren chapotear,
pero les digo: ¡mejor no se vayan a mojar!
La laguna es linda, sí, pero muy traicionera,
¡llena de ramas, raíces y enredaderas!"
"Ya he visto gente que se ha enredado,
y por poco no logra salir del estancado.
No es por asustar ni por regañar,
¡es porque me gusta cuidar y avisar!"
"Si te cuentan que hay una serpiente aquí,
vos decí: '¡Sí! Y vive feliz por ahí.'
No es bruja, ni bicha, ni espanto del mal,
¡es parte del bosque, del monte y del palmar!"
Autor del cuento: Álvaro Rojas Meléndez.
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