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viernes, 12 de septiembre de 2025

Posted by El Palmar Tv. 18:15:00 No comments

 El Secreto del Abuelito Volcán Suchitán

¡Miren, patojos! ¡Miren, patojas!



¿Ven ese cerro de mil colores?
Grande, verdecito, tocando el cielo,
es el Suchitán, volcán sin desvelo.

Un volcán dormilón, de puro corazón,
que sueña tranquilo, sin gran erupción.
No echa humo, no echa fuego,
solo cuida su pueblo entero.

Allá en Santa Catarina Mita,
la tierra es bonita, bonita, ¡requetebonita!
Suchitán significa “flores sin fin”,
un jardín gigante, ¡de olor jazmín!

En un pueblito chiquititán,
vivía la patoja María, ¡qué gran!
Con su abuelita al lado del fogón,
escuchaba leyendas con gran emoción.

—Mijita —decía la abue con sazón—,
allá en la cima hay una Piedrona grandotototón.
Dicen que brujas la fueron a poner,
para un gran secreto poder esconder.

—¿Qué secreto, abuelita, me puede contar?
¿Será que el volcán me lo quiere enseñar?

—Debajo de esa piedra, con gran resplandor,
vive escondida la Serpiente de Oro.
Con cuernitos dorados y cuerpo brillante,
ella es la guardiana, firme y gigante.

María escuchaba, ¡su corazón brincaba!
Soñaba y soñaba, ¡y más preguntaba!
Hasta que un día dijo: —¡Voy a subir!
Con atol y jocotes me voy a lucir.

Subió y subió, sin parar de subir,
oyendo a los pájaros ¡piu, piu, piu, piuír!
Las flores cantaban, el aire reía,
y el sol en su cara brillaba de día.

De pronto la vio… ¡ay, la Piedrona!
Grandota, callada, tranquila, pachona.
María la tocó con mano ligera:
—¿Hola, Serpiente de Oro, usted está afuera?

La roca tembló, ¡rum, rum, rumbleó!
El volcán susurró, ¡crack, crack, crujeó!
Pero María valiente no se achicó,
una flor de Suchitán en la piedra dejó.

De pronto brilló un destello bonito,
el aire se hizo fresco y fresquito.
El volcán sonrió, la montaña cantó,
y María supo: la serpiente aceptó.

Bajó la patoja feliz de emoción,
llevaba en el pecho pura ilusión.
El secreto guardaba el volcán dormilón:
¡la Serpiente de Oro era su corazón!

Así que ya saben, patojos, ¡mirá!
Suchitán no solo está allí para estar.
Es un abuelo gigante que cuida y protege,
con flores, leyendas y un aire que festeje.

Y colorín colorado, en Jutiapa este cuento encantado ha terminado.

Autor: Álvaro Rojas Meléndez

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